miércoles, 20 de junio de 2012

Integridad en el gobierno

Época electoral todo el dilema de ahora por quién votar, es preocupante ver la calidad de la oferta política del país. Alguna vez leí “El pueblo tiene el gobierno que merece”, y lamentablemente es así.

Se escuchan las promesas (ahora llamadas propuestas), la guerra en los medios de comunicación, y todo el listado de problemas que al menos los que no nos conformamos con las noticias de la televisión ya conocemos. Pero hablar de soluciones es complicado, 8 minutos repartidos en un debate no son suficientes para poder explicar el cómo se pueden realizar todas las promesas de los candidatos.

No tiene caso hablar más de situaciones que ya conocemos y que al final no controlamos.

Pero me gustaría escribir esta reflexión. La gente toma partido y defiende a su candidato, la verdad si lo vemos desde la perspectiva de cada quien todos tienen razón, lo malo es que la razón normalmente es única pero manipulable a los intereses de cada quien. Como podemos pedir integridad en nuestros candidatos cuando nosotros mismos no la tenemos.

Revisando algunas de las propuestas básicas y casos que he conocido.

Muy a favor de bajar los sueldos exagerados de los políticos, pero no renuncian a sus beneficios laborales y aun sabiendo que su trabajo depende de la capacidad de sus subordinados no apoyan el crecimiento de los mismos, buscando primero su beneficio personal.

Se habla de no a la corrupción y los negocios sucios, pero son personas que cuando tuvieron la oportunidad de cometer negocios utilizando los recursos de la empresa donde trabajaban, no dudaron en realizarlos.

Se plantean a favor de la autosustentabilidad y la inversión para el crecimiento interno pero cuando podían influir en la decisión de   contratar personal sin experiencia y capacitarlo para ser productivo o en su defecto promover el desarrollo profesional de los que existen, simplemente se callaron y bajaron la cabeza.

Hablan de recuperar los espacios públicos y terminar con las mafias para poder autoemplearte, pero son los que buscan los permisos para poner una taquería en las paradas del transporte público, un bar cerca de las escuelas o cualquier franquicia en las zonas turísticas.

Hablan de seguridad y guerra contra el crimen organizado pero son personas que conviven con los criminales y a la primera oportunidad compran algún objeto de oferta aún sabiendo que su procedencia es el robo.

Hacen un alboroto por la falta de cultura de un candidato o su poca habilidad para analizar números, pero en su trabajo necesitan rodearse de gente talentosa y no tienen idea de sus actividades por lo tanto no son capaces de capacitar a nadie.

Con estos casos realmente reflexiona, la integridad que puedes exigir es la misma que puedes proporcionar.


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